La cerveza es una bebida ancestral que acompaña al hombre desde los inicios de las primeras civilizaciones; existen registros arqueológicos de hace 9,000 años donde los Sumerios ya elaboraban cerveza. También se plantea que la cerveza no fue inventada, sino descubierta; sugieren que el agua de la parte final de la última glaciación (hace 10,000 años), humedeció algunos granos, mientras que las levaduras llegaron solas y surgió un fermento que sería la base de la cerveza.
La cerveza pese a no ser endémica, echó raíces en el gusto de los mexicanos y es incluso un elemento cultural (haga memoria y busque las palabras cotidianas alusivas a ella, notará que son numerosas). Pese a la actual y arraigada posición de la cerveza en el gusto de nuestra población, e incluso hoy en día con una sólida industria nacional, esta situación no ocurrió de la noche a la mañana.
La historia de la cerveza en México se remonta algunos años posteriores a la conquista y fundación de la Nueva España. En 1542 el rey de España Carlos V concedió el primer permiso a Alfonso de Herrera (compañero de expedición de Hernán Cortés) para producir cerveza en los territorios recién conquistados. Pese a un éxito inicial de la elaboración de cerveza, sus elevados costos de producción y de venta, así como prácticas de su adulteración y medidas sociales restrictivas de la ebriedad en público, impidieron que este proyecto se afianzara. Esta situación aumentó la importación de cerveza desde Europa, aunque los altos costos del producto propiciaron que un solo un pequeño sector de la población tuviera acceso a ella.
Según algunas fuentes de información el grueso de la población original y mestiza en el México colonial y el México independiente, tenía un gusto preferente por el consumo del pulque, bebida endémica y derivada del maguey, lo que contribuyó en parte a un lento desarrollo de la producción de cerveza en México. En otras palabras y cito “…tuvieron que trascurrir casi 400 años para que la cerveza desbancara a su rival, el pulque...” en una batalla por la preferencia de consumo de una parte de la población mexicana (más mayores detalles y precisiones sobre la historia de la cerveza, consultar las referencias).
Es importante resaltar que entre los años 1890 y 1925 se fundaron las empresas cerveceras o cervecerías más importantes de nuestro país e incluso hoy algunas de ellas están presentes en el mercado nacional e internacional (no podemos mencionar marcas, pero daremos pistas para la ubicación fácil de algunas; dos empresas llevan el nombre de los últimos emperadores Aztecas antes de la conquista; otra de ellas tiene el nombre del océano que limita al oeste con nuestro país y una más posee el nombre de la única península al sureste de México).
Como se ya se mencionó, en la actualidad la industria cervecera nacional pasa por uno de sus mejores momentos en las cifras de producción y ventas (excepto unos meses por la pandemia del Covid-19 en 2020). Por ejemplo, por cada peso producido de la venta de bebidas alcohólicas en México, 65 centavos corresponden a la producción de cervezas (el pulque sólo genera 1 centavo de cada peso; ¡el lector puede ahora confirmar quién ganó la guerra entre cerveza y pulque!).
Entre los años 2013 a 2019 la producción anual tuvo una tasa de crecimiento promedio del 6.7 %, pasando de los 8,460 a los 12,450 millones de litros en dicho periodo. De esta última cifra, cuatro estados de nuestra república fueron los responsables de la mayor producción, estos son Zacatecas, Coahuila, Nuevo León y Sonora con aportaciones del 24.1, 11.5, 11.0 y 9.6 %, respectivamente (Jalisco ocupó la séptima posición con un 7.8 % de la producción; personalmente creo que es un área de oportunidad a considerar).
En el ámbito internacional, en el 2019 nuestro país exportó cerveza por 4,858 millones de dólares (mdd) y tan sólo importó 94 mdd de este producto; es decir, generó un superávit de 4,764 mdd. Es decir, el monto de las exportaciones de cerveza representó casi 52 veces al de las importaciones, lo que resalta la relevancia de la industria cervecera de nuestro país generando divisas. Cabe mencionar que el bajo nivel de las importaciones se debe a que las empresas nacionales, tanto grandes como pequeñas, producen cervezas que satisfacen el gusto de los consumidores.
Nuestro país ha experimentado un crecimiento en exportaciones entre 2014 y 2019, permitiéndole competir incluso con naciones con una tradición más antigua en la elaboración de cerveza. A partir del 2010 México se posicionó como primer lugar a nivel mundial de exportación de cerveza, superando a los Países Bajos, Bélgica y Alemania. Es tan alta la competencia de nuestro país que, de cada dólar por exportación mundial de cerveza, poco más de una cuarta parte lo realiza México. Nuestro principal comprador internacional son los Estados Unidos, los cuales adquieren alrededor del 94 % de la producción; este volumen equivale alrededor de 3,900 mdd (la incursión de la cerveza mexicana en naciones de Europa es limitada, lo que puede verse también como un área de oportunidad).
En una posterior edición sobre datos de interés de la cerveza abordaremos aspectos de los beneficios o afectaciones a la salud humana por su consumo. En lo que esto ocurre, los lectores y asiduos bebedores de cerveza no deberán olvidar que el consumo responsable de la misma es muy importante.
MC. Leonel Hernández Mena / CIATEJ
Referencias
Historia de la cerveza: orígenes y proliferación en tierras mexicanas. Consultado en febrero de 2021. https://deceroacervecero.mx/blogs/blog/historia-de-la-cerveza-artesanal-como-llego-la-cerveza-a-mexico
INEGI (2020). Colección de estudios sectoriales y regionales. Conociendo la industria de la cerveza.
Patán, J. (2016). El libro de la cerveza mexicana. Museo Citadino. Primera edición. ISBN 978-607-97267-0-6
Reyna, Ma. del C. y Krammer, J.P. (2012). Apuntes para la historia de la cerveza en México. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. Primera edición. ISBN: 978-607-484-285-2
Comments